El Imperialismo Norteamericano
una vez más agrede a un pueblo del mundo,
desesperado por el declive evidente y acelerado de su influencia global
y por el fracaso en los planes de reconfiguración del área de Eurasia a favor de su intereses y garantizarse así el dominio mundial, fracaso este que se evidencia en la derrotas políticas y
militares en Irak, Pakistán y ahora en el conflicto Sirio donde las bandas yihadistas
suníes, principalmente alrededor de Jabhat Al-Nusra acompañados de mercenarios
extranjeros, y alimentados por generosas donaciones y armamento de Qatar y de
otros países del Golfo, fueron catapultados al frente de la oposición Siria
robándole la conducción al Ejercito libre sirio a quien el imperialismo
Norteamericano apuesta.
EE.UU. Intensificando el
suministro de armas y entrenando al Ejército Libre de Siria intentó
desesperadamente cambiar las correlaciones de fuerzas dentro de
la oposición y evitar que los yihadistas consolidaran su posición de liderazgo.
Pero fracaso.
Para entender la situación actual
de amenaza y agresión del imperio norteamericano a Siria hay que considerar
todos estos elementos antes mencionados, sobre todo en el giro dramático tomado
por los acontecimientos en el campo de batalla de Siria.
La situación militar ha cambiado
a favor del presidente Assad hace ya varios meses y está ganando claramente la guerra, forzando
así al imperialismo de EE.UU. a precipitarse en una intervención más directa
con el fin de reducir la velocidad y, finalmente, impedir la consolidación del
avance militar del gobierno sirio.
La justificación para el anuncio
del ataque de EE.UU. se basa en la supuesta "evidencia" montada en
otro "dossier" fallido de la inteligencia de EE.UU., que culpaba al
Gobierno de Assad de utilizar armas químicas contra la población civil.
Esta burda mentira se cae por su
propio peso pues el gobierno Sirio no necesita el uso de armas químicas para
aplastar a sus oponentes, mucho más cuando está claramente ganando la guerra y sería
una locura completa que lo hicieran para darle a los EE.UU. un pretexto para intervenir
directamente en el conflicto.
Los reales y verdaderos
motivos de la agresión imperialista
Yanqui a siria son:
Siria ocupa un lugar importante
en la geopolítica regional y global.
Siria está ubicada en medio de
las actuales y futuras rutas de distribución de gas y petróleo a través de
ductos con dirección al Mediterráneo y Europa, situación que preocupa a EE.UU.,
la Unión Europea, Turquía, y a las monarquías petroleras del Medio Oriente.
Siria posee importantes reservas
de gas y petróleo.
Siria mantiene una relación
creciente con Rusia y está ubicada en el borde de la frontera de influencia
geopolítica de Moscú. Si cae Siria y consecuentemente Irán, esta frontera
retrocedería hasta el mar Caspio.
Siria forma parte de la alianza
estratégica Irán-Siria-Hezbolá que constituye el eje de la resistencia árabe en
la región contra el sionismo y las apetencias imperialistas occidentales. Esta
Alianza mantiene, en un frágil equilibrio, la correlación de fuerzas en la
región. EE UU y sus aliados están empeñados en modificar esa situación. Prueba
de ello fueron los ataques contra Hezbolá en el 2006, HAMAS en el 2008, Siria
desde 2011 y la constante amenaza contra Irán. Finalmente EE UU, Qatar y Arabia
Saudita lograron desgajar a HAMAS de este eje.
Siria es de los pocos países en
la región que aún apoya la causa palestina. Si se elimina el gobierno de
Damasco, la alianza Irán-Siria-Hezbolá sufriría un golpe duro; la causa
palestina y la débil estabilidad en Líbano vivirían un franco retroceso; y la
ofensiva occidental contra Irán se recrudecería.
Siria junto a Irán mantiene una
política de acercamiento a Iraq con la consecuente y paulatina reducción de la
influencia de EE UU en ese país árabe.
Por su política exterior
independiente, por su alianza con Irán y Hezbolá y por constituir un Estado
laico, Siria es percibida por las monarquías petroleras del golfo Pérsico como
una amenaza para su seguridad. Estas monarquías son los principales aliados de
EE UU en la región y han invertido cuantiosos recursos monetarios, militares y
humanos con el objetivo de derrocar al actual gobierno.
Los revolucionarios y
revolucionarias del mundo estamos en la obligación moral de rechazar y
confrontar esta nueva agresión imperialista a un pueblo soberano como lo es el
pueblo Sirio. Mucho más cuando de manera hipócrita, se pretende justificar con
un discurso humanitario, siendo los Estados Unidos el principal país terrorista
del mundo. Desde la CRBZ nos sumamos a
la ola de protesta y rechazo mundial a la agresión a Siria. El pensamiento antimperialista Bolivariano y
Chavista que guía nuestras luchas, hace que sintamos esta agresión como una
agresión a nuestro propio pueblo. Sabemos que el gobierno legítimo Sirio y
sobre todo el pueblo sirio alentando por la enorme solidaridad mundial saldrán
victoriosos y asestaran al imperialismo una derrota más que lo empuje a su
derrota definitiva.
¡El imperialismo en
Siria no Pasara!
¡Solidaridad Mundial
Con el Pueblo Sirio!
¡Horror y Muerte al
imperialismo!
¡Chávez Vive la lucha
Sigue!
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