Un nuevo
año se inicia, el 2014. Atrás queda el trágico y doloroso 2013, que pasará a la
historia como el año de la mayor tragedia política y estratégica del país en
los últimos 200 años. Y es que el gran timonel, el hombre que nos devolvió el
sentido de nación, de patria, que trajo de regreso a la historia a millones de
excluidos, que nos hizo unirnos, no sólo para soñar sino ya para construir la
patria nueva y el mundo nuevo, en una absurda emboscada de la vida se nos fue,
dejando los objetivos históricos inconclusos. El comandante del pueblo venezolano,
Hugo Chávez, se hizo eterno y nos dejó no sólo su pensamiento redentor y un
programa, el Plan de la Patria, sino una orden: continuar construyendo el
socialismo en cualquier circunstancia.
Sin embargo,
el 2013 fue también un año de duras y grandes batallas libradas por el pueblo
chavista al lado de su dirección revolucionaria. Al hacer el balance, hay que
valorar con mucha profundidad la importancia de las victorias que obtuvimos en
batallas decisivas. La primera y la más importante es haber vencido en las
elecciones presidenciales del 14 de abril a la contrarrevolución apátrida. Esta
victoria, en medio de un inclemente asedio enemigo en todos los planos, en
medio del dolor y el luto de las mayorías
populares por la partida del comandante eterno, permitió garantizar la
continuidad del proceso, ahora con el primer presidente obrero y chavista al
frente. Demostró el pueblo venezolano la madurez y la conciencia política que
ha alcanzado en los últimos 15 años de continuos combates revolucionarios.
El enemigo
de clase, creyéndonos débiles, dispersos, confundidos, desconcertados, se lanzó
en una ofensiva con la que estaba seguro iba a retomar el poder político, y con
él la renta petrolera, para ponerla de nuevo al servicio de las oligarquías
parasitarias y rentísticas que representa. Subestimando al pueblo, al compañero
Nicolás Maduro y a la Dirección Revolucionaria, creyeron que la victoria para
ellos estaba a la vuelta de la esquina. Con una escalada especulativa con el
dólar paralelo, con una masiva operación especulativa y de desabastecimiento
con propósitos inflacionarios, con sabotajes eléctricos, con operaciones de
guerra comunicacional, pretendieron quebrar la voluntad revolucionaria del
chavismo mayoritario y arrinconar al presidente al que creían blandengue y
débil.
En ambos casos, una vez más, su desprecio de
clase y su racismo fascista, que les impide leer correctamente la realidad
nacional y al país todo, le pasó factura. El pueblo se mantuvo unido, firme y
leal alrededor de la revolución, demostrando el valor de la dignidad y de las
convicciones patriotas y socialistas. El Presidente obrero mostró su talante
chavista y actuó con firmeza y enfrentó la guerra económica de la oligarquía y
principalmente la fracción comercial e importadora y financiera, obteniendo
importante victorias, aún cuando en este frente la guerra no se ha ganado.
Las elecciones
municipales del 8D sellaron la racha victoriosa de la revolución en el 2013. No
solo se demostró que la mayoría del pueblo venezolano apuesta firmemente al
proyecto chavista socialista, sino que en el orden táctico, abre las
posibilidades de pasar a la iniciativa estratégica dependiendo de la capacidad
que tengamos para explotar en este sentido el éxito. La dirección
revolucionaria, el compañero Presidente y las organizaciones revolucionarias
debemos actuar de manera aprovechar este segundo táctico en el cual el enemigo
está maltrecho, con una profunda crisis de liderazgo y por otro lado un pueblo
moralizado por las victorias obtenidas para sentar las bases de una ofensiva
revolucionaria profunda, en la perspectiva de acelerar los cambios que puedan y
deban adelantarse, consolidando así la fase de transición al socialismo.
Para la
CRBZ la revolución bolivariana entra en un nuevo ciclo, un ciclo que pudiéramos
definir genéricamente como pos Chávez, más no pos chavista, pues el chavismo
como ideología está ya sembrado en la genética política de esta revolución y de
este pueblo. Sólo que más allá del dolor por su ausencia, los chavistas, las
organizaciones revolucionarias, debemos asumir que ya no está para garantizar
con su liderazgo, con su fuerte conexión con las grandes mayorías la unidad, la
dirección estratégica, el accionar táctico, las líneas políticas, las
orientaciones del momento. Si está su ejemplo, su pensamiento, su programa
revolucionario, que valga decir, es ahora en este nuevo momento pos Chávez en
que se demostrará la lealtad y la coherencia a esos y ante esos objetivos
históricos allí propuesto.
Para la
CRBZ, el 2014 es un año para EXPANDIR Y CONSOLIDAR EL PODER POPULAR, CONSTRUIR
COMUNAS PRODUCTIVAS Y PARTICIPATIVAS y para DEFENDER EL GOBIERNO CHAVISTA DEL
COMPAÑERO NICOLÁS MADURO por encima de toda consideración y sin titubeo. Son
tiempos de unidad, unidad, unidad y de hacer, cada quien en su plano de
actuación, cada quien asumiendo la cuota de la carga del tiempo histórico en el
que nos ha tocado luchar. Sin lugar a dudas, hay que pedir y exigir que se
amplíen los espacios del debate revolucionario, que se creen mecanismos para
que la unidad revolucionaria deje de ser una consigna, pero también es cierto
que los revolucionarios, todos, debemos asumir desde el pueblo el impulso de las
tareas concretas que nos corresponden, que son organizar, formar y movilizar al
pueblo para fortalecer y ampliar la base de apoyo al proceso. No sólo se trata
de la crítica revolucionaria, de la propuesta programática, se trata también de
la construcción de fuerza política para sumarla a la construcción del
socialismo y no sólo como votos. Unidad y coherencia revolucionaria debe ser
la consigna.
SOBRE LA
BATALLA ECONÓMICA.
Transformar
el modelo económico capitalista rentista e improductivo venezolano heredado de
los gobiernos oligárquicos y avanzar hacia el nuevo modelo productivo de
carácter socialista, es sin lugar a duda la principal tarea histórica del
proceso revolucionario. Tarea nada fácil,
implica librar una sostenida batalla en varios frentes, pues la economía
rentista y parasitaria petrolera no sólo es improductiva e inviable, sino que
ha permeado todos los ámbitos de nuestro ser social. La renta petrolera es el
principal factor de conformación de nuestra cultura, de nuestra forma de hacer
política, de nuestra ética, del modelo de Estado y de Gobierno.
El Plan de
la Patria contiene las orientaciones estratégicas generales para avanzar hacia
este propósito, sin embargo en el terreno cotidiano la tarea es mucho más
compleja. Eso debemos tenerlo claro, para no caer en posiciones voluntaristas e
izquierdistas que nos hacen equivocar el análisis y muchas veces jugar a favor
del enemigo sin quererlo. La economía socialista no se construirá de la noche a
la mañana, será un proceso complejo, de avances y retrocesos, determinados por
muchos factores como la correlación de fuerza nacional e internacional, los
avances en el proceso de integración económica en Suramérica y América Latina,
la consolidación del poder popular en el ámbito productivo particularmente, la
reconversión tecnológica, y por supuesto, en la formulación de un plan
estratégico con metas a corto, mediano y largo plazo.
La CRBZ
apoya de manera decidida el esfuerzo que en este frente viene haciendo el
gobierno revolucionario. Las medidas de
inspección y control a la especulación y el acaparamiento arrojan importantes
logros que no pueden ser menospreciados. Sin embargo, consideramos que el
pueblo organizado en comunas y concejos comunales debe jugar un papel más
protagónico y ser parte de la respuesta estructural a estas prácticas del
sector comercial e importador de la oligarquía rentista, si no avanzamos a
darle más poder al pueblo para que ejerza el control y fiscalización en su
ámbito territorial de manera permanente, no podremos garantizar el
abastecimiento y los precios justo en el mercado nacional.
Al conjunto
de medidas tomadas por el gobierno del compañero chavista Nicolás Maduro,
necesarias por demás, como la ofensiva de control y fiscalización, la
conformación de la corporación de comercio exterior, la restructuración del
sistema de administración de divisas, las medidas para estimular el ahorro
nacional, así como las destinadas a proteger el empleo y el salario de los
embates inflacionarios, la CRBZ considera que la ofensiva económica se debe profundizar con
un conjunto de medidas como:
1. Avanzar
hacia una reforma tributaria, para establecer impuesto al lujo, a las grandes
transacciones bancarias, a las ganancias excedentarias al sector privado del
sistema financiero nacional, pudiendo así reducir o eliminar el IVA, que es un impuesto
que recae sobre el pueblo.
2. Iniciar
la repatriación de capitales nacionales en el extranjero para ser invertidos en
el aparato productivo nacional.
3. Ampliar
y profundizar la economía productiva comunal como un sector estratégico del
nuevo modelo productivo socialista.
4. Revisar
el carácter de las empresas capitalistas de Estado para avanzar hacia empresas
públicas socialistas.
SOBRE EL
AUMENTO DEL PRECIO DE LA GASOLINA.
Habiendo un
conceso mayoritario sobre la necesidad de aumentar el precio de la gasolina,
que corrija el desangre financiero que para el país significa el precio
irrisorio actual, la CRBZ considera que el centro del debate por lo tanto no es
si se aumenta o no el combustible hasta un precio que al menos cubra en una
primera fase los costos de producción, hasta llevarlo a un precio que genere renta que pueda ser reinvertida en el
desarrollo del modelo socialista, creemos que el debate está en cómo, en cuánto
y en qué tiempo se va realizar tal aumento, de forma tal que el pueblo esté
protegido de los efectos mayores o menores que pueda generar dicha medida.
Los niveles
de conciencia política que el pueblo ha alcanzado, junto a la confianza en el
gobierno revolucionario, hace que se entienda que esta medida en el contexto
venezolano lejos está de ser una medida de corte neoliberal y que por el
contrario se tomará pensado en los intereses del pueblo y del país. No se trata de un aumento desproporcionado
del precio de los combustibles, se trata de corregir un distorsión que causa la
pérdida de 7.500 millones de dólares que bien pueden invertirse en un plan de
modernización del sistema público de trasporte, enfatizando en las comunas, es
decir avanzar hacia un sistema de trasporte que pueda ser manejado por el
pueblo organizado en comunas.
Esto último
es otra de las aristas fundamentales del debate planteado: ¿en qué se van a
invertir los recursos ahorrados y obtenidos por el aumento en el mercado
interno de los precios de los combustibles? La orientación popular y patriota
del gobierno revolucionario tranquiliza al respecto, sin embrago es necesario
que se abra un profundo debate al interior del proceso y más allá, a nivel del
país, para construir una visión que permita orientar esos recursos en el
fortalecimiento, por ejemplo, de la economía comunal y del sistema de trasporte
público comunal, como lo planteamos antes.
SOBRE LA
LUCHA CONTRA LA INSEGURIDAD.
La
delincuencia es una herencia maldita de modelo capitalista, que pretendemos
superar. El capitalismo es una fábrica de producción en serie de delincuentes,
sus valores, su ideología, su cultura, su ética, todo está hecho para que lo
peor del ser humano aflore y se convierta en forma de actuar y de ser. Produce
no sólo delincuentes que atracan, que hurtan y asesinan a sus congéneres, a sus
iguales, como el malandro de barrio o las bandas más organizadas, genera
también las condiciones para los delincuentes de cuello blanco, para los que
atracan al erario público, los corruptos que son delincuentes, pero de otro
tipo a los del barrios. Uno y otro se mueven
por el núcleo central de la ideología capitalista: el individualismo y por el
deseo de éxito personal, de la realización individual ligado a lo material, a
lo que tengo, a lo que exhibo.
Para la
CRBZ las políticas de seguridad ejecutadas por el gobierno revolucionaria, si
bien han arrojado importantes avances que deben ser reconocidos, se debe
enfatizar en algunos aspectos, de manera de potenciar su efectividad. Entre
ellos consideramos:
1. Fortalecer
el papel protagónico del pueblo organizado a través de la comuna. En tal
sentido se debe fortalecer la capacidad de auto vigilancia y capacidad de
respuesta popular ante los delincuentes. Un pueblo organizado, con los medios
idóneos es el arma más efectiva contra la inseguridad. Una medida concreta es
el impulso de la milicia nacional bolivariana en los sectores de mayor
incidencia delictiva. Se debe confiar más en las capacidades y en los niveles
de conciencia y compromiso del pueblo.
2. Profundizar
la depuración y transformación de los cuerpos de seguridad del Estado. Para
nadie es un secreto los niveles de penetración de elementos corruptos en
nuestros cuerpos de seguridad, una vez más el capitalismo y su ideología. Se
sabe que en muchos casos los cuerpos de seguridad negocian con los delincuentes
al ser detenidos, generando impunidad.
Pero también es evidente la participación activa de funcionarios en
delitos como el narcotráfico y los secuestros.
3. Avanzar
en la trasformación de sistema de administración de justicia.
4. Implementar
un plan de activación de la justicia de paz.
5. Una
campaña masiva de combate a los antivalores capitalistas, que busque romper la
lógica consumista, el esnobismo, el individualismo.
La CRBZ
termina un año 2013 de importantes avances políticos y organizativos. En el plano organizativo el PLAN DE
ORGANIZACIÓN 2013 permitió consolidar una estructura de casi 500 Grupos de
Trabajo de Bases Crbezista en 18 estados del país, con una militancia orgánica
y militante de más de cinco mil compañeros y compañeras. Además de la
conformación de coordinaciones regionales, municipales y locales. En este
ámbito es de resaltar la activación de la Coordinación Nacional CRBZ,
conformada por 48 compañeros y compañeras, así como la realización de la
Asamblea nacional CRBZ con más de 600 delegados.
En el ámbito
político, la CRBZ alcanzo la meta de impulsar y acompañar 300 comunas dentro
del PLAN NACIONAL CRBZ COMUNA O NADA. Son 300 espacios en todo el país en donde
la CRBZ trabaja al lado del pueblo por territorializar el modelo socialista,
como nos llama el comandante eterno Hugo Chávez. El empoderamiento del pueblo
es el objetivo político final de la CRBZ. Somos fervientes convencidos de que
el socialismo del siglo XXI será basado en el poder popular o no será y que las
comunas son la vía venezolana al socialismo. Debemos reconocer y valorar el
acompañamiento que el Ministerio de las Comunas realiza en este objetivo
histórico. En el 2014 nos planteamos alcanzar las 400 comunas acompañadas por
la CRBZ, contribuyendo así de forma concreta a las metas del plan de la patria
que establece 400 comunas por año en el actual periodo presidencial.
La CRBZ
refirma su compromiso con la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, su lealtad al legado del
eterno comandante HUGO CHÁVEZ, nuestra disposición a acompañar al gobierno del compañero
obrero NICOLÁS MADURO, a trabajar por la unidad nacional del chavismo alrededor
del Plan de la Patria, y sobre todo a redoblar nuestros modestos esfuerzos para
avanzar en la construcción del poder popular, en la organización, formación y
movilización del pueblo chavista.
COORDINACIÓN NACIONAL
CHÁVEZ VIVE
Y VIVE HECHO PUEBLO.
VIVA LA
REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.
DEFENSA DEL
GOBIERNO REVOLUCIONARIO.
UNIDAD,
UNIDAD, UNIDAD DEL CHAVISMO.
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