MADUR0 PRESIDENTE
La victoria popular el 14ª es
inobjetable, es legítima, democrática y hay que defenderla. En la calle el
pueblo movilizado y en combate debe hacer valer su mayoría. El imperialismo y
la contrarrevolución lacaya venezolana desarrollan una enorme operación de
carácter estratégica que busca aniquilar de una vez por todas la Revolución
Bolivariana ahora que ya su factor aglutinador, su referente ético e ideológico
el comandante supremo Hugo Chávez ya no está. No debemos olvidar que en el
fondo nos enfrentamos a un enemigo poderoso que cuenta con todos los recursos,
con los medios técnicos para ello como lo es el imperio norteamericano y sus
aliados. Un enemigo que explota sin lugar a duda nuestras debilidades, errores
y desacierto. Si bien la victoria es
suficiente nos pone en una situación defensiva muy peligrosa en la perspectiva
de la construcción del socialismo. Debemos comenzar por reconocer primero que
nos sorprendieron y segundo que nos han tomado la iniciativa estratégica.
Solo la acción decidida, firme del
pueblo podrá contener esta nueva ofensiva contrarrevolucionaria de enorme y aún
desconocidas proporciones. Esta nueva
batalla que se perfila de largo aliento requerirá la unidad profunda del gobierno
revolucionario y las FANB con el pueblo organizado. Es esta la clave para una
nueva victoria sobre el enemigo de clase. Es tiempo de armar nuestros arcabuces
con lo más profundo del pensamiento y del ejemplo del eterno comandante de la
revolución Hugo Chávez: es en la unidad cívico militar, en la profundización
del poder popular, en la movilización permanente del pueblo, en la unidad
Latinoamericana donde nos aremos invencibles. Es en el chavismo donde están las
respuestas, los códigos para avanzar y continuar el rumbo del socialismo. El
dilema histórico sigue planteado. Es entre colonia o independencia, es entre ricos
y pobres, es ente socialismo y capitalismo.
El pueblo organizado, sus
organizaciones políticas y sociales debemos pasar a la ofensiva, debemos
retomar la iniciativa. El gobierno revolucionario y la dirección revolucionaria
deben entender que es con el pueblo movilizado y protagónico como se debe
enfrentar esta nueva embestida enemiga. Todos, unos y otros debemos entender la
necesaria unidad por encima de cualquier
consideración. El gobierno y la dirección revolucionaria deben superar los
métodos y estilos burocráticos y de aparato con los que pretender hacer la
revolución. Si bien el papel del Estado y el gobierno en la revolución no están
en cuestión tampoco lo puede estar el papel protagónico del pueblo así como el
de las FANB. Por su lado el campo
popular debe internalizar que no es solo con la crítica, con el debate
necesario como se va contribuir a superar el conjunto de fallas, debilidades y
errores del proceso, hay que organizar, movilizar y formar al pueblo, es esta
la mejor ecuación para combatir la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia
que están mellando el apoyo del pueblo a su propia causa, la causa del
socialismo.
En fin requerimos al fragor del combate
contra esta nueva ofensiva del imperio desarrollar una profunda autocrítica que
permita las ratificaciones necesarias y conformar así la correlación de fuerza
favorable para poder construir la nueva sociedad basada en el pensamiento Chavista.
Pero el combate es ya, es ahora, es
en la calle. No nos dejaremos arrinconar por la contrarrevolución, no caeremos
inmovilidad ni cundirá en nosotros la desmoralización. Un Chavista no se rinde,
no se cansa. Lucha, lucha y lucha rodilla en tierra.
¡A la Calle A defender la victoria
del 14ª!
¡El pueblo hablo: por orden de Chávez Maduro es Presidente y punto!
¡Chavismo es Comuna o nada!
¡Chávez vive, Maduro Sigue!
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